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Biogás, biometano y descarbonización: creciente interés europeo por un futuro sostenible

En toda Europa se está invirtiendo cada vez más en la instalación de plantas de producción de biometano, con unas 20.000 instalaciones activas de recogida y distribución de biogás en 2021.

Los informes anuales de dos asociaciones dedicadas a las infraestructuras y el biogás en Europa, la European Biogas Association y Gas Infrastructure Europe, hacen un seguimiento de la ubicación y la cantidad de plantas de producción en toda Europa.

En la edición del 2020 había 729 instalaciones europeas, mientras que en la del 2021 994.

Los países con mayor índice de crecimiento de la instalación son Francia, Italia y Dinamarca.

De hecho, 11 nuevas plantas entraron en funcionamiento en Italia en 2020, y la capacidad total de producción de biometano en Italia es de 25.445 metros cúbicos por hora, es decir, aproximadamente 220 millones de metros cúbicos.

Mapa de las plantas de biometano en Italia – AssogasMetano

El biogás y el biometano, generados a partir de materias primas renovables, reducen las emisiones de gases en al menos un 70% en comparación con el gas natural u otros combustibles fósiles

Es fundamental considerar que la inversión en la producción de biogás y biometano contribuye de forma sustancial a la descarbonización: permite una transición ecológica sostenible y con visión de futuro. Además, es una solución eficaz para hacer frente a la subida del precio del gas.

 

En la actualidad la demanda de gas de la Unión Europea sólo está cubierta en un 5% por el biometano, a pesar de que existe un considerable margen de mejora que podría llevar a una cobertura del 25% de las necesidades (Il Sole 24Ore). Según las estimaciones de Gas For Climate, la producción de biogás y biometano en Europa pasará de 191 TWh en 2020 a 1.020 TWh en 2050.

 

Algunos ejemplos de infraestructuras eficientes para la producción de biogás y biometano proceden de Francia y Portugal: Gaz Réseau Distribution France, principal distribuidor transalpino de gas, tiene 315 plantas activas conectadas a la red y ha presentado otros 1.180 proyectos para su autorización. 

La distribuidora de gas portuguesa Galp Gás Natural Distribuição está experimentando con la distribución de una mezcla de gas natural y oxígeno a través de su red a clientes residenciales, terciarios e industriales.

Soluciones SAFE&CEC: producción y distribución garantizadas

 

La creciente implantación de plantas de biometano demuestra el interés y la utilidad de este combustible. Hay que tener en cuenta que la producción de biometano es estable pero la demanda de gas no es constante a lo largo del año y las infraestructuras deben responder adecuadamente a estas fluctuaciones.

SAFE&CEC ha desarrollado soluciones fiables con las que se puede producir biometano de forma continua e inyectarlo en la red en función de las necesidades locales reales.

El flujo inverso a la red (o Rebours) es un sistema que aplica la técnica de la inversión: consiste en la compresión del biometano no consumido en una red de distribución que luego lo inyecta en la red a mayor presión.

El sistema es automático: se comprueba el nivel de presión de la red y cuando se alcanzan niveles elevados (resultantes de un bajo consumo) se produce una activación de la unidad de compresión.

El aumento de presión se mitiga y se devuelve al umbral mínimo mediante un convoy de biometano excedente a zonas de consumo distantes.

 

El sistema optimiza la eficiencia del sistema energético facilitando la circulación de cualquier excedente de gas para su consumo inmediato o para su almacenamiento y uso futuro.

 

El almacenamiento de combustible es posible mediante el uso del sistema complementario Green Buffer Storage: se trata de una unidad de almacenamiento temporal instalada en el sistema de distribución.

El sistema evita la sobreproducción de biometano y permite utilizarlo en función de la evolución de la demanda.

En cuanto la presión de la red baja, el biometano previamente almacenado se inyecta en la red a través del sistema de reducción de presión de dos etapas, que reduce la presión del gas hasta el nivel requerido por la red (es decir, de 250 a aproximadamente 3,5 barG).

 

Las soluciones inteligentes y optimizadas a largo plazo son esenciales: SAFE&CEC trabaja cada día para desarrollar infraestructuras que puedan contribuir a la realización de los objetivos de descarbonización.

Agradecemos a GRDF y CH4NGE por las fotos publicadas

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