Aunque representa alrededor del 90% de lo que se conoce en el universo, hasta hoy el hidrógeno nunca se ha utilizado a gran escala para producir energía limpia.
Sin embargo, esto está por cambiar: el camino hacia la transición verde se ha visto acelerado por los objetivos internacionales de descarbonización total (para 2050) y la pandemia de Covid19, que ha impulsado a los gobiernos y a las instituciones internacionales (ONU, UE, OSCE) a priorizar la producción y el uso de hidrógeno en diversos sectores.
El hidrógeno verde producido por electrólisis, sin emisiones de CO2, a partir de fuentes renovables lo hace un excelente aliado para la realización de un proyecto de este tipo: gracias a su flexibilidad y versatilidad, sectores como la industria (para la producción de amoníaco, fertilizantes agrícolas y productos petrolíferos), el transporte y la construcción, pueden contribuir realmente al logro del objetivo. Debido a esto se puede transportar y distribuir tanto en forma gaseosa, a través de la red, como en forma líquida, por barco.
Dicho esto, el factor que ha frenado el uso de este recurso como fuente de energía primaria en los últimos años es el coste de producción; sin embargo, se estima que a partir de 2030, gracias a las numerosas inversiones y proyectos a nivel internacional, europeo y nacional, el coste tenderá a ser cada vez más competitivo, pasando de 140 Eur/MWh en 2010 a menos de la mitad en 2030:
El reciente estudio de DNV, «Energy Transition Outlook 2021», estima que para 2050:
- La mayor parte del hidrógeno se producirá a través de procesos de electrólisis, mientras que una parte minoritaria lo hará a través del steam reforming o la captura y retención de carbono (18%).
- En cuanto al transporte y la distribución del gas verde, a partir de 2030 entrarán en funcionamiento las primeras redes de hidrógeno al 100%, alcanzando, en 20 años, una quinta parte de la capacidad total europea gracias también a la reducción paralela de los costes productivos.
- En cuanto a la demanda de hidrógeno y de combustibles sintéticos derivados, se estima que en 2050 el 30% será atribuible a la industria, el 16% al transporte marítimo, el 6% al transporte pesado por carretera, el 12% a la aviación y el 9% a la construcción, mientras que el 27% restante corresponderá a usos no energéticos del hidrógeno.
El desarrollo en la transición ecológica: un proyecto global
¿Cómo están respondiendo los países del mundo a estas innovaciones?
En China, donde se concentra la mayor parte del procesamiento de hidrógeno, los elevados costes de la electrólis hacen que solo una pequeña parte de la producción se dedique al gas verde en comparación con la producción de hidrógeno gris, cuyos costes de producción – por medio de gasificación – son mucho más bajos. A pesar de ello, se está invirtiendo en el desarrollo de pilas de combustible para el mercado del transporte.
Corea del Sur también avanza en la misma dirección: el gobierno tiene previsto aumentar el número de automóviles con fuel-cells y las estaciones de recarga; paralelamente, se introducirán 40.000 autobuses y 30.000 camiones y, en materia de energía, el objetivo es calentar casi 950.000 edificios para 2040.
Mientras Japón promueve el establecimiento de las primeras rutas comerciales internacionales para el transporte de hidrógeno verde desde Brunei y Australia, este último país, administrará un fondo de financiación de 300 millones de dólares para demostrar técnicamente y comercialmente la viabilidad de la producción de hidrógeno a gran escala.
En la UE, el proyecto de fondo de recuperación de 750.000 millones de euros hace de la descarbonización un pilar de la recuperación económica.
Entre los primeros están Francia y Alemania: el primero, con el objetivo de convertir progresivamente el sector industrial del hidrógeno gris al limpio y descarbonizado, prevé un 10% de uso de hidrógeno verde para finales de 2022 y un 40% en 2027. El segundo ha declarado la intención de alcanzar una capacidad de electrólisis de 5.000 MW, para 2030, y de 10.000 MW para 2040. El grupo alemán Thyssenkrupp ha anunciado la construcción de una planta de 200 MW en el puerto de Rotterdam para 2024: la electricidad para la producción será suministrada por el parque eólico marino Hollandse Kust, de 759 MW, diseñado e instalado por Shell y Eneco, en el Mar del Norte.
En Italia hay numerosos proyectos e inversiones en hidrógeno. En el sector del transporte, el proyecto H2iseO de 2020 prevé la adquisición de seis trenes de hidrógeno que funcionarán a partir de 2023; mientras que el proyecto Life3H ha iniciado la construcción de tres estaciones de repostaje de hidrógeno en la zona comprendida entre la meseta de las Rocche d’Abruzzo, la acería de Terni y el puerto de Civitavecchia.
En cuanto a la producción de hidrógeno, también se ha llegado a un acuerdo para construir una planta de producción, almacenamiento y distribución de hidrógeno azul, a la que posteriormente se sumará otra dedicada a la producción de H2 verde; en 2025, la distribución se extenderá también al transporte público local, debido a la red Snam.
Por último, el primer “Off-Shore Hydrogen Valley”, gracias al proyecto Agnes propuesto por ENI: la construcción de dos parques eólicos, un parque fotovoltaico y una planta electrolizadora, utilizando plataformas en desuso frente al mar Adriático, que en su día se utilizaron para la extracción de gas, aportaría grandes beneficios:
- Una capacidad de producción máxima de 620 MW
- 000 toneladas de hidrógeno al año para alimentar unos 2.000 autobuses
- 1,5 TW de energía al año para satisfacer la demanda de unos 500.000 hogares
La contribución del Grupo SAFE&CEC IdroMeccanica: infraestructura tecnológica 100% de hidrógeno
Calidad, innovación y eficiencia son los pilares con los que diseñamos, ensamblamos, probamos e instalamos soluciones de compresión. Los valores añadidos que caracterizan nuestra cartera de compresores son, entre otros
- Fiabilidad y disponibilidad: las piezas de desgaste son de PTFE autolubricante y tienen una vida media de 5.000 horas de funcionamiento
- Solución ecológica: La nueva generación cuenta con una pieza de larga distancia, un espaciador de longitud completa entre las partes hidráulicas y de gas, para evitar cualquier contaminación
- Máxima simplicidad del compresor: sólo una pieza móvil, el vástago al que se unen los pistones de aceite y de gas.
- Por último, la gran flexibilidad de nuestra línea de productos le permite funcionar hasta un máximo de 1.000 bares y es adecuada para muchas aplicaciones:
APLICACIONES | PRESIONES |
APLICACIONES INDUSTRIALES | Hasta 160 y 200 bar |
POWER TO GAS (inyección en la red y carga de los vagones cisternas) | De 75 a 350 bar |
PRODUCCIÓN INDUSTRIAL DE HIDRÓGENO | 250 – 350 bar |
Estaciones de servicios de hydrógeno (HRS) 35 MPa | Hasta 450 y 500 bar |
Estaciones de servicios de hydrógeno (HRS) 70 MPa | Hasta 1.000 bar |
Convencidos de que el desarrollo mundial pasa por la producción y el uso de energías limpias, proteger el medio ambiente y garantizar una mayor sostenibilidad es nuestra misión: creemos que el hidrógeno es el principal motor para un mundo mejor.
Por ello, con más de 160 unidades de compresión instaladas y en funcionamiento en todo el mundo, desde 1996 ofrecemos infraestructuras de compresión para el uso de hidrógeno como fuente de energía primaria, a lo largo de toda la cadena de valor energética.